Obesidad: Los beneficios de caminar

Cualquier tratamiento de la obesidad trae implícito un incremento de la actividad física.

Muchas personas creen que practicar ejercicio es ir a un gimnasio y /o practicar algún deporte sin embargo en el caso de pacientes con obesidad y como parte del tratamiento siempre recomendamos que la actividad física sea caminar.

Los motivos son varios: Primero porque es una opción que todo el mundo puede hacer. Es sencillo, no requiere de ninguna preparación específica, no supone ninguna inversión concreta más allá de un buen calzado o ropa cómoda, no limita a nivel de horarios y lo más importante de todo: es sumamente beneficioso.

Por ello con independencia de la técnica realizada para tratar la obesidad (tubo gástrico, bypass gástrico o banda gástrica) el caminar siempre va a formar parte del tratamiento. Se trata de empezar poco a poco e ir incrementado los kilómetros y el ritmo conforme el paciente se va recuperando de la intervención. El incorporar una rutina de caminar al menos media hora diaria aporta numerosos beneficios a nivel de salud pero además contribuye a que el paciente mantenga los buenos hábitos alimenticios y de estilo de vida que se le indican durante el tratamiento.

Los principales beneficios del caminar son:

.- Disminuye el riesgo de padecer enfermedades como el Alzheimer.

.- Estimula la liberación de endorfinas

.- Disminuye el estrés, la tensión, la ansiedad, la fatiga etc.

.- Mejora la salud cardíaca y la circulación

.- Mejora la presión arterial

.- Reduce el riesgo de glaucoma

.- Aumentan las defensas y disminuye el riesgo de resfriarse

.- Ejercitamos brazos y hombros y fortalece piernas y cadera.

.- Contribuye a construir masa ósea disminuyendo el riesgo de padecer osteoporosis

.- Disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon (entre las mujeres) en un 31%

Todo lo anterior con tan solo caminar 30 minutos diarios.

Como vemos los beneficios del caminar son muchos. La mayoría de pacientes con obesidad antes de la intervención llevan una vida sedentaria en parte favorecida por la propia obesidad. Es un pez que se muerde la cola. El sedentarismo predispone a la obesidad y viceversa. Sin embargo, tiempo después de una intervención de cirugía de la obesidad, el cambio es absolutamente radical. Cuando el paciente descubre que se siente mejor, más ligero y motivado, el caminar se convierte – en la mayoría de casos – en una más que saludable «adicción» de la que muchos no pueden escapar.

Camina, todos los días y en breve verás los beneficios que aporta tanto a quienes padecen un problema de sobrepeso u obesidad como para quienes no.